martes, 4 de agosto de 2009

Las Almas del Purgatorio

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En el Catecismo de la Iglesia Católica, encontramos una breve y hermosa enseñanza sobre el Purgatorio:


· Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.


· La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura, (por ejemplo, 1 Co 3,15; 1Pe 1,7) habla de un fuego purificador: Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12,31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro.


· Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 Ma 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el Sacrificio Eucarístico (cf DS 856) para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos: Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre, (cf. Jb 1,5)  ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41,5).

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La oración por las Almas del Purgatorio es una de las más bellas prácticas de la piedad católica.


Como preparación para la Conmemoración de los Fieles Difuntos, “La buhardilla de Jerónimo” invita a los lectores a rezar desde el 4 de agosto hasta el 1º de noviembre, cada día por un grupo determinado de Almas. Semana a semana iremos publicando las intenciones que correspondan a cada día, y todos rezaremos alguna oración por dichas intenciones. Quien desee descargar el archivo con las 90 intenciones puede hacerlo aquí.


Con nuestros humildes sacrificios y oraciones, podemos ayudar a un gran número de almas en su camino hacia la Patria Eterna. Ellas mismas, a su vez, sabrán cómo ayudarnos a nosotros en esta vida y en la hora de nuestra muerte.


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2 Comentarios:

Fernando ha dicho

Os agradecemos esta iniciativa que estáis llevando a cabo. Seguramente las almas del purgatorio, especialmente las de vuestros familiares y amigos, tambien lo hacen. Para todos aquellos que quieran saber como ayudar mas aun a las almas del purgatorio, podéis visitar www.tenesperanza.org

carmen ha dicho

Hola me parece una buena práctica de Misericordia ,sobre todo sabemos que no estamos solos y no dejamos solos a nuestros hermannos y hermanas de la Iglesia Purgante.